XII Edición

Curso 2015 - 2016

Alejandro Quintana

Queridos libros

Sonia González Baiges, 17 años

                 Colegio Grazalema (El Puerto de Santamaría)    

Cuando yo era muy pequeña, mi madre nos leía cuentos. Recuerdo que me acurrucaba en la cama y escuchaba cómo Cenicienta perdía su zapato de cristal, o cómo Blancanieves era besada por el príncipe. Cerraba los ojos y soñaba con ese príncipe, sumergiéndome en esas aventuras llenas de romanticismo.

Pasaron los años y aprendí a leer con pictogramas. Poco después, a los cuatro o cinco años, ya leía sola. Leí buena parte de todos los cuentos clásicos y de las fábulas. Poco a poco cambié la lectura infantil por la literatura para adolescentes.

Mi madre suele regalarme libros durante todo el año, aprovechándose de momentos como la Navidad, el Día del libro, mi santo y mi cumpleaños. Cuando abro un libro, me detengo a percibir el aroma de sus páginas, el conjunto que forman las tapas y el papel, la tinta y la proporción en la que se combinan sobre las páginas. Cada libro tiene un aroma distinto, una personalidad diferente.

He viajado a infinidad de lugares. He conocido a un montón de personajes. He sido una niña africana que quería ser bailarina, así como la bibliotecaria de un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Me he convertido en una niña de un arrozal que lucha contra su destino, así como en Malala, una heroína de nuestro tiempo.

Cada personaje que ha pasado por mis ojos me ha hecho soñar, reír, llorar… Todos ellos me han aportado una pequeña pieza de este puzle que forma la madurez.