XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

Un niño jugando
a ser astronauta 

María Teresa Olmos, 15 años

Colegio de Fomento Altozano

No hay semana en la que en el colegio no nos hablen del examen de la EVAU. ¡Aún estoy en 4° de la ESO!... Por favor, dadme un respiro. También en las reuniones familiares y cuando me encuentro con gente que hacía tiempo que no veía, es recurrente la pregunta: <<¿Qué quieres estudiar en la universidad?>>. Todavía tengo quince años; ni siquiera me conozco del todo a mí misma. ¿Cómo voy a estar segura de a qué me quiero dedicar el resto de mi vida?

Es habitual que a los niños pequeños les asaltemos con aquello de: <<Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?>>. Es obvio que a los seis años nos tomamos la cuestión como un juego, y ellos también. Por eso, en sus respuestas dicen, sin pensarlo mucho, que van a ser astronautas, policías, bailarinas o cantantes. Pero cuando la misma pregunta va dirigida a un adolescente, ya no es una broma: este interrogante puede causarnos muchos quebraderos de cabeza. 

Por lo que he leído, la adolescencia es la etapa más complicada en el desarrollo del ser humano. Entre otras cosas, nos empieza a preocupar lo que los demás piensan de nosotros, y las relaciones de amistad y familiares se vuelven más complicadas. A medida que vamos entendiendo el mundo, empezamos a conocernos a nosotros mismos, a manejar nuestras emociones y a actuar de manera coherente. Descubrimos aficiones que nos apasionan y que, hasta este momento, nos eran desconocidas. Y como estamos en la etapa de los descubrimientos, se nos hace imposible elegir con seguridad. 

Los adultos pasaron por nuestra edad, así que conocen la confusión que nos embarga. Cuando se me presenta una lista prácticamente infinita de estudios y profesiones, necesito pedir tiempo para acertar en esta decisión tan importante, es decir, que se dejen de lado este tipo de preguntas que solo me producen confusión.