XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

Y mañana… 

Juan Pedro Delgado de Olmedo, 17 años

Colegio Tabladilla (Sevilla)

–Laura despierta. Vamos, niña, que vamos a llegar tarde al colegio –la avivó su padre, alterado.

Laura se levantó con galbana, y con torpeza se puso sus zapatillas. Dando tumbos, llegó a la cocina.

–Buenos días papá –le saludó mientras bostezaba. Acto seguido le dio un beso y se sentó a desayunar.

–Buenos días, buenos días… –le respondió mientras daba un sorbo a su taza de café con un chorrito de anís–. Date prisa, que no quiero que seas la última una mañana más.

–Que sí… Que ya voy… –soltó con desdén.

Cuando Laura estuvo preparada, él todavía no estaba listo. Seguía tomándose su café mientras terminaba de leer el periódico.

<<¡Qué pesado! Me mete prisa y después es él quien no esta preparado. Además, que más le da si soy yo la que va a llegar tarde>>, pensó molesta.

Al rato, su padre salió del baño y cogió las llaves del coche.

–Vamos, Laura.

Se montaron en el automóvil. Él intentó meter la llave en la ranura, pero no lo conseguía.

–¡Joder! –masculló.

Una vez arrancó, salieron del aparcamiento a toda pastilla, sin precaución alguna, lo que a Laura no le gustó. Cuando su padre pisaba el acelerador, se ponía nerviosa. Sentía que una mano le aplastaba el corazón hasta dejarla sin aliento, y le venían a la mente los peores escenarios posibles. Para contrarrestarlos, cerraba los ojos e intentaba imaginar algo que la calmase y disipara aquella incómoda situación.

En cuanto llegaron al colegio, Laura se bajo del monovolumen sin despedirse de su padre, pues estaba enfadada por su conducción temeraria.

Entró en clase y observó que al lado de la profesora de matemáticas estaba el director, susurrándola algo al oído. Laura se sentó con miedo, temiendo que la fuesen a reñir otra vez. El director, manteniendo una serena compostura, salió del aula, aunque se podía interpretar de su mirada una profunda preocupación. Laura resopló aliviada.

–Chicos– dijo la maestra titubeante–, esta mañana Marta ha sufrido un accidente de tráfico al venir hacia el colegio. Ahora está ingresada en urgencias.

La profesora siguió hablando, pero Laura solo escuchaba un constante zumbido que le perforaba la cabeza, se sintió mareada.

  <<Hoy ha sido ella>> pensó Laura <<y mañana… ¿Quién será?>>.